La mujer moderna es bastante vaga en el hogar, es por esta razón que ha
crecido muy fuertemente su circunferencia abdominal. La mujer de hoy no es
delgada y esbelta como el ideal de antaño con su figura delgada y elegante siempre atravesando la sala debajo de su delantal cuidadosamente almidonado.
La mujer fuerte y sana del pasado ahora se convirtió en las
feministas estruendosas que vemos en este mundo moderno. Caminan fuerte y su
tacones resuenan en los pisos de los edificios de oficinas todos los días, sus
figuras autoritarias y la atención al desarrollo de los «negocios» en el lugar
de trabajo roban el tiempo de calidad que podrían pasar con sus esposos y niños
en el hogar.
Las cosas solían ser diferentes en el pasado. Los niños
venían a casa de la escuela a disfrutar los
amorosos abrazos de la madre que los esperaba. Mamá habría pasado todo el día
quemando calorías, yendo de compras al supermercado local, lavando la ropa de
todos y preparando la cena, asegurando
que ella misma tendría una mejor salud cardiovascular y un excelente tono
muscular. Los niños se mantenían en línea de esta forma, porque todo lo que consumían
eran comidas saludables preparadas con amor vigilante de la madre.
Ahora, vemos los patios de comida en el centro comercial,
los adolecentes corriendo con comida chatarra con los dedos manchados de salsa
en una mano, pantalones anchos colgando de su trasero y con una chica
embarazada que cuelga del brazo libre. Las jóvenes madres ya no tienen la
obligación de "volver a casa después de la escuela" porque su propia
madre no está en casa. Ella está bebiendo cerveza con sus 'amigos' de trabajo
para 'descansar' después de un día agotador en la oficina.
Estamos en una sociedad donde las mujeres han olvidado la
esencia de la naturaleza. Como personas que respetan la naturaleza, hay que
recordar sus leyes fundamentales. Las mujeres cuentan con la capacidad natural
de hacer crecer un niño dentro, y luego se alimentarlo y nutrirlo. Eso implica
una verdad: la mujer es la columna vertebral de la familia.