Muerta por un Rayo:
Esto fue el 5 de mayo de 1995, en la Universidad Nacional en Bogotá, ese día eran como las 4.30 iban mi esposo, que nos acompañaba en su auto, mi sobrino odontólogo de 23 años y yo, también odontóloga, a recoger unos libros a la facultad de odontología, ese día empezó a llover muy fuerte, solo había un paraguas muy pequeño y mi sobrino y yo nos metimos debajo del paraguas y empezamos a saltar para evitar coger charcos.
Cuando saltamos para evitar coger un charco muy grande, nos cayó un rayo. El rayo nos deja sin vida a mi sobrino y a mí. A mi sobrino le quemó todo su cuerpito por dentro pero en su exterior quedó enterito, pero el quedó en paro cardíaco y no respondió cuando los médicos hicieron la resucitación.
A mí el rayo me quemó espantosamente, el rayo entró en el brazo, quemó todos los senos, quitó toda la carne de mi estómago, la del vientre, las piernas quedaron totalmente carbonizadas, pero totalmente, y el rayo salió por el pié derecho, en mi interior el rayo carbonizó el hígado, los pulmones, los riñones los quemó gravemente y los ovarios, yo planificaba con la T de cobre, saben cual fue la palabra textual de los médicos: le quedaron como uvas pasas, nos dijeron: nunca mas vuelven a tener hijos, quedaron mis ovarios quemados y quedé en paro cardiaco, la diferencia es que cuando los médicos hacen la resucitación el Señor me permite regresar a mi y le dicen a mi familia: miren no hay nada que hacer por Gloria, lo mejor es dejarle seguir su proceso y su agonía tranquila.
En ese instante yo salí de cirugía y entré en un período de agonizar y dicen mejor no la conecten a una unidad de cuidados intensivo. Saben que es lo paradójico hermanos, que yo defendía la eutanasia, el derecho a morir dignamente, pero gracias a Dios, Dios inspira a mi hermana que es médico y cuando dicen no la conecten, ella dice: ustedes no son Dios.
Tres días duré en coma profundo, tenía vida porque me daban oxigeno y me daban vida artificial o sino hubiera quedado ahí muerta y de allí me devuelve el Señor.
Cuando El me devuelve, de inmediato mis riñones no funcionaban y yo estaba así dematizadísima y no me hacían diálisis porque no valía la pena, yo ya estaba muriendo y mis riñones funcionan y mis pulmones también y mi corazón vuelve a arrancar de nuevo con fuerza…
…Saben lo que es mas lindo hermanos, cuando yo estaba saltando y me cae el rayo, Dios mío yo quisiera tener palabras para darles a entender a ustedes lo hermoso que fue. Salté, me cae el rayo y de inmediato entro en una luz tan blanca, tan hermosa que no hay nada humano que pueda describir, un sol hermosísimo, una paz, un gozo, una alegría hermanos que yo sentía ahí.
¡Que hermoso hermanos es la muerte!, yo no sé porque a nosotros nos han hablado de la muerte como un castigo, saben como les resumo eso hermanos: Un abrazo de Papá Dios.
Yo voy allí en esa luz tan hermosa, llena de ese amor tan grande. Cuando estoy allá veo de inmediato mi cuerpo carbonizado saltando como un caucho, veo a mi sobrino carbonizado y de inmediato veo a todas las personas en todo el mundo a la altura de mis ojos, yo no tenía que moverme, estaba libre del tiempo y del espacio, les veo los pecados que ellos tienen adentro, ese amor era tan grande que se desbordaba dentro de mí y yo abracé a todas las personas, yo quería que toda la gente sintiera ese amor tan grande que a mí me inundaba. Solo mi niña de 9 años, mi niña mayor fue la única que sintió cuando yo le abracé, de resto nadie mas me sintió.
Cuando yo vi mi cuerpo carbonizado dije: ¡miércoles me morí. Y Dije de inmediato, pensé: mis hijitos, mis hijitos, que van a decir esos niños, esa mamá nunca tuvo tiempo para ellos.
Una mamá que se iba a las 5 de la mañana y llegaba a las 10 de la noche, encontraba a unos niños que veía de vez e cuando los domingos.
Si, en ese momento me da dolor, pero cuando veo mi cuerpo así tan achicharrado digo: pero para que les voy a servir con ese cuerpo tan achicharrado, además ya les compré los seguros de vida, porque yo siempre todo lo manejaba económicamente de manera que ya tienen solucionado su estudio.
Yo cuando voy arriba veo un lago bellísimo, dos árboles hermosísimos., indescriptibles, es tanta la luz y tanto el amor, es que es un amor vivo, todo expresa paz, que alegría hermanos estar allí, me estoy acercando allá, cuando me estoy acercando oigo la voz de mi esposo, mi esposo grita y me dice: Gloria, por favor no sea cobarde, Gloria regrese, los niños Gloria, los niños.
En ese instante se detiene mi andar, lo miré a el sangrando, llorando, golpeadísimo, el no se quemó con el rayo pero la electricidad que quedó en el agua, porque el saltaba como un caucho igual que nosotros, decía mi esposo que era como si nos saltaran así como siete metros, como si nos rebotaran, saltábamos como resortes en el piso, el también, cuando yo lo miré a el y lo veo sangrando y llorando, me devolvieron.
Que tristeza hermanos, yo veo cuando me están devolviendo que mi sobrino entra al jardín y me hace, me levanta las manos y va gozoso, pero a mi me devolvieron.
Claro está hermanos que yo no iba a entrar a ese jardín, porque todas las personas, casi todas las personas, menos los que se suicidan hermanos tienen la experiencia del abrazo de papa Dios, por eso ven la luz y el amor tan grande que se siente allí, la paz.
Y papa Dios llega y nos abraza a todos, porque a todos nos ama y nos muestra cuan grande es el amor, pero como papa Dios no obliga a nadie y si nosotros aquí en la tierra decidimos vivir sin Dios, si Dios es amor y yo odio, ¿quien es mi papá? y en ese instante Dios, después de haber abrazado a ese hijo lo entrega al papá que uno escogió, porque el no nos va a obligar, si hemos vivido una vida aquí sin Él, no nos va a obligar a la eternidad con Él, y nos entrega donde nosotros, libremente hermanos, libremente escogimos con quien vamos a vivir toda la eternidad.
De las paredes del quirófano comenzaron a brotar un montón de gentes, con una mirada de odio, eran todos mis pecados desde mi última confesión, salí corriendo del quirófano, celdas, como cárceles, laberintos, encrucijadas.
Bajando, ya ahí comienza a haber oscuridad, las personas se veían deformes, el pecado deja huellas, como huecos.
El olor tan horrible, el olor tan nauseabundo. Par mí fue impresionante hermanos ver que el olor más espantoso salía de mí. Cuanto dinero gastaba yo en esos perfumes costosos yo detestaba los malos olores cuando yo veo que esos pecados de los cuales huía saben yo parecía un demonio horrible como una bolsa negra de basura asi estaba yo envuelta de esa cosas, esas cosas chillaban…
…cuando veo que esos pecados de los cuales huía habitaban dentro de mí, como una bolsa negra de basura, todas esas cosas habitaban en mí. Llegué a unos pantanos, eran lodazales, todas las eyaculaciones no santas, eso hace un pantano horrible y oscurísimo.
Estaban con las personas con que habían tenidos relaciones, la vergüenza, el dolor que sentían ellas ahí. Cuando veo a mi papa metido ahí le pregunto: papi usted que hace aquí, mi papa lloraba y decía: mija, el adulterio mija, el adulterio.
Lo que mas le duele a uno cuando uno esta allá es ver a ese Dios enamorado toda la vida buscándolo a uno, ahí me mostró todos los sacerdotes que se me acercaron, todas las monjitas que me invitaban a la conversión, yo era muy grosera...
Llorando mi papa decía allá: gracias a esos treinta y ocho años de oración de esa santa mujer, que Dios me dio por esposa me salvé.
Ocho años antes de morir mi papa, el pidió perdón, Dios lo perdonó, por eso mi papa estaba en la parte de abajo del purgatorio en los pantanos, pero mi papa no reparó el pecado, reparar el pecado hermanos es algo que uno pasa por tan encimita.
Lo que mas le duele a Dios es el daño que uno le hace a los demás. Allá como llora uno esos errores. Las puertas abiertas al cielo, no hay camino distinto para entrar al Cielo que la Eucaristía hermanos, en ese Sagrario están las puertas abiertas del Cielo.
Solo el que consume el Cuerpo y la Sangre del Señor podrá entrar, de resto nadie más.
Yo con mi papá no me pude quedar hermanos, yo seguí bajando y cuando yo terminé el descenso llegué a una parte plana, ustedes se imaginan el horror no poder parar, ni siquiera me quedé, ni siquiera en el último rincón de allá, de ese Purgatorio.
Yo seguí bajando, cuando llegué a una parte plana se abrió una boca, una boca impresionante y esa boca me succionó, era vivo hermanos, era vivo, es que allá no hay nada inerte, todo es vivo, y yo me voy de cabeza en ese hueco.
Cuando me estoy llenado de cabeza en ese hueco yo gritaba como loca, yo sabía que si yo entraba en ese hueco, ni siquiera me iba a quedar en ese hueco sino que mas abajo ese hueco tenía una boca y en esa boca yo me iba a ir y mas nunca iba a volver, era mi muerte, muerte del alma hermanos, pero cuando yo estoy entrando en ese hueco, en esa boca, gracias a Dios me sostiene San Miguel Arcángel de los pies y yo entré como una pluma en ese hueco terrible.
La luz de mi espíritu le fastidia a todas esas cosas y de inmediato se me montan un montón como de larvas y sanguijuelas a taparme la luz que había en mi y ese horror de verme tapada de esas criaturas, yo gritaba como loca, yo gritaba como loca cuando se me montan esas cosas me quemaban hermanos, son unas tinieblas vivas, es un odio, un odio viviente, un odio que quema, un odio que lo explota, un odio que devora y yo en esas cosa tan horribles.
Cuando estoy allá yo empiezo a gritar: almas del Purgatorio por favor saquemen de aquí. Cuando yo les grito a las almas del Purgatorio hermanos, que dolor, empecé a oír como rechinaban los dientes, como lloraban, millares y millares y millares de almas.
Cuando los veo a ellos hermanos, me di cuenta que ahí estaban todas las personas que en un momento de desesperación se habían suicidado y estaban esperando ahí, entre todas esas cosas, el momento de vida que dejaron de vivir acá.
Allá no se llama tiempo, pero una persona que se suicida, se sale del orden divino y estaban esas pobres personas, sobre todo ver tanto joven, hermano, tanto, tanto, tanto, tanto joven llorando, rechinando sus dientes allá y saben cual era su tormento, su tormento allá es ver como los padres o las personas que le aman están llorando, gimiendo, con complejos de culpa, si yo le hubiera pegado o si no le hubiera pegado, si le hubiera dicho, sino le hubiera dicho, si yo hubiera hecho.
Esos infiernos que quedan viviendo las personas a quienes esas crisis tan terribles, cuando esas pobres personas lo que necesitan es que los que queden acá empiecen un camino de conversión, eso es lo que necesitan las personas allá, de conversión, que hagan obras de caridad, que se entreguen en servicio a las personas, que visiten enfermos, que hagan todo eso y lo ofrezcan en una Eucaristía porque todo, allá todo se da a través de la Eucaristía.
Esos infiernos que quedan viviendo las personas a quienes esas crisis tan terribles, cuando esas pobres personas lo que necesitan es que los que queden acá empiecen un camino de conversión, eso es lo que necesitan las personas allá, de conversión, que hagan obras de caridad, que se entreguen en servicio a las personas, que visiten enfermos, que hagan todo eso y lo ofrezcan en una Eucaristía porque todo, allá todo se da a través de la Eucaristía.
Un alma del Purgatorio como sale de ahí. Ya no puede. Un hueco de esos, en el presente, que puede n hacer por ellos, nada. Pero Dios sí, en la Eucaristía, esas pobres personas necesitan que le manden a hacer Misas, eso es lo que necesitan ellos.
Pero lo que mas los demonios esos son felices mostrándoles a ellos: miren como su mamá llora mire como su papá llora mire como están angustiados miren como están desesperados y esas señoras en esas torturas y en esas angustias.
Cuando yo los veo en esos sufrimientos a ellos yo empecé a gritar: Por favor quien se equivocó, si yo nunca he robado, yo nunca he matado, yo ha nadie le hacía daño, yo le daba mercado a los pobres y sacaba muelas gratis a los necesitados y yo exigía mis derechos yo en todas partes andaba exigiendo mis derechos y ese es el colmo si yo iba derechito pal Cielo, yo que hago aquí y empiezo a gritar…
Que hago aquí, saquemen de aquí, saquemen de aquí y en ese horror de esas criaturas horribles empecé a gritar: es que soy católica, por favor sáquenme de aquí y cuando yo grito que soy católica veo una luz y la luz las veo en unas escaleritas, veo a mi papá casi a ras del hueco con poquitíca luz y cuatro escalones mas arriba veo a mi mamá con muchísima, muchísima luz.
Cuando los vi a ellos me dio tanta alegría que yo dije vienen a sacarme, vienen a sacarme. En ese momento yo estaba en coma profundo, estaba entubada, agonizando, ya ni el aire entraba a mis pulmones y solo dejaban entrar a mi hermana la medico ella estaba al lado mió cuando yo vi a mis padres allá pero como mi espíritu también estaba con mi carne, mi alma estaba en el cuerpo pero mi espíritu estaba en la carne y yo estaba en coma profundo y ella oyó… casi mato de susto a mi hermana...