"¿Qué pasará con Rabito cuando muera, mami? ¿Va a ir al cielo?" Esta es una pregunta que muchos padres han debido escuchar de parte de sus niños en medio de un llanto sincero. Es desgarrador, pero es un símbolo inequívoco del gran afecto que los más pequeños tienen por sus mascotas. También saca a la luz un temprano interés en la naturaleza de la fe cristiana y muchos estarán de acuerdo que es una cosa maravillosa que sus hijos pequeños ya comiencen a pensar en la muerte y el más allá.
Recientemente, sin embargo, esta inocente pregunta sobre mascotas muertas se ha vuelto mucho más complicada de responder debido a la idea de que hay animales "homosexuales" o "gays" que pueden o no tener derecho a un lugar en el cielo. Los cuidadores del zoológico han extendido esta idea polémica desde hace algún tiempo y los jóvenes que lo visitan la han desperdigado por todas partes. El comediante Stephen Colbert incluso fue tan lejos como para festejar este hecho en su programa de cable "The Colbert Report" cuando entrevistó al conocido activista liberal de los derechos animales Jon Mooallem. ¿Qué debe usted responder si su hijo le pregunta acerca de la muerte, la homosexualidad y los animales domésticos?
La homosexualidad es un pecado a los ojos de nuestro Señor. Esto se afirma con tanta frecuencia y con tanta claridad en los textos cristianos que se debe desconfiar de las motivaciones de cualquiera que diga lo contrario. Muchos estudios y miles de años de historia humana han demostrado de manera irrefutable que la homosexualidad es uno de los pecados más enfermos. Es una negación de su responsabilidad de "creced y multiplicaos" y es la fuerza clave detrás de la destrucción de la supremacía de la familia. Las personas que participan en estos actos físicos celebran el pecado con sus estilos de vida escandalosamente extravagantes y la lujuria de grunge y los músculos, la inocencia y el fresco y delicioso aroma de la carne adolescente. El hombre gay no quiere otra cosa que que sentir en su cara el almizcle de su indecencia y no se detendrá ante nada para corromper a nuestros jóvenes, ya sea a través de los medios de comunicación, videojuegos o incluso juguetes para niños.
En primer lugar, no hay ninguna prueba aceptada y documentada ampliamente de que la homosexualidad existe en forma natural en el reino animal. "¿Pueden los animales ser gay?" Artículo de Jon Mooallem en el New York Times se basa en algunas pruebas muy sesgadas y selectas que muchos científicos y líderes religiosos rechazarían de plano. El gran fracaso en la premisa de Mooallem es que él impone características humanas al reino animal. A nadie debe extrañar que este escritor es un declarado activista vegano a favor de los derechos de los animales cuya agenda está estrechamente conectada a los elementos más radicales del movimiento liberal.
Además, Mooallem comprende muy poco sobre la psicología de grupo y las emociones. Animales del mismo sexo, en efecto, pasan tiempo juntos. Loque hacen es co habitar. Eso es parte de la naturaleza de ser una bestia peluda. Afirmar que dos ardillas macho que comparten un acogedor nido en una amarga noche de invierno deben estar teniendo sesiones eróticas homosexuales en secreto es simplemente absurdo.
Además, Mooallem comprende muy poco sobre la psicología de grupo y las emociones. Animales del mismo sexo, en efecto, pasan tiempo juntos. Loque hacen es co habitar. Eso es parte de la naturaleza de ser una bestia peluda. Afirmar que dos ardillas macho que comparten un acogedor nido en una amarga noche de invierno deben estar teniendo sesiones eróticas homosexuales en secreto es simplemente absurdo.
Tomemos este ejemplo: imagínese si un alienigena (si tal cosa existiera) llegase a visitar la tierra y ve a un grupo de musculosos jugadores de fútbol en la cancha a través de su telescopio. El alien verá que se revuelcan juntos en el barro y luego corren para darse a una ducha tibia donde juguetonamente se dan palmadas y comparten una única pastilla de jabón mentolada. ¿Que cree que pensara este ser? ¿Y si luego los ve subir a sus camionetas y conducir a la concentración, donde estos atletas habitan en lugares cerrados, bebiendo cervezas juntos en ropa interior, tirados en un viejo sofá en una cálida noche? Si usted no está instruido en la experiencia humana y no tiene la luz de la fe guiándolo, podría imaginar que este es un escenario de amor entre personas del mismo sexo, pero es evidente que esto es erróneo y temerario. Estar desconectados de la realidad y tener una libido sobrealimentada parece ser la maldición de muchos de estos llamados "periodistas" y científicos de hoy en día. Simplemente tienen que dejar de pensar en el sexo todo el tiempo.
El gato es uno de los delincuentes más comunes contra los mandamientos de Dios y es realmente un pecado para un cristiano tener uno. |
Debo hacer una advertencia: un puñado de situaciones homosexuales se han observado en el reino animal, pero sólo en los zoológicos. Esto es causado por la misma mentalidad de "fiebre de cabaña" que se puede encontrar en las prisiones y es representativa del tipo de pensamiento liberal infiel que plantea un verdadero peligro para la familia cristiana. Cuando criaturas del mismo sexo son forzadas a convivir durante largos períodos de tiempo, sus expresiones naturales de heterosexualidad desaparecen. Los animales son instintivamente impulsados a procrear. Sin ninguna hembra a la vista, un poco de homosexualidad se produce entre los animales enjaulados, al igual que sucede con las bandas de delincuentes en nuestras cárceles.
Esto no prueba que la homosexualidad es natural para los animales ni para los delincuentes. De hecho, se demuestra lo contrario: que la inclinación natural de los machos es de procrear para que puedan engendrar hijos, incluso si no hay hembras alrededor. En las prisiones de humanos, esta cuestión se complica por el hecho de que las personas que están encerradas han pecado ante los ojos de Jehová y contra nuestras leyes.
Esto no prueba que la homosexualidad es natural para los animales ni para los delincuentes. |
Esto no prueba que la homosexualidad es natural para los animales ni para los delincuentes. De hecho, se demuestra lo contrario: que la inclinación natural de los machos es de procrear para que puedan engendrar hijos, incluso si no hay hembras alrededor. En las prisiones de humanos, esta cuestión se complica por el hecho de que las personas que están encerradas han pecado ante los ojos de Jehová y contra nuestras leyes.
La Controversia De La Polilla Gay
Cuando los científicos se ven tentados a jugar a ser Dios manipulando el reino animal están violando los mandamientos de nuestro Señor y es algo que puede enviar ondas de choque a través del reino humano también. En un caso realmente preocupante, los científicos británicos convirtieron recientemente a toda una especie de polillas en gays rociandolas con una hormona especial. Esto es repulsivo, en particular teniendo en cuenta el viejo adagio científico de que el aleteo de una mariposa puede desencadenar una sucesión de acontecimientos que pueden cambiar la historia. En este caso, los científicos han convertido un aleteo en un aleteo escandalosamente gay, provocando en las polillas masculinas un frenesí de actividad gay. Al hacerlo, estos científicos (que no consultaron a ningún líder espiritual de antemano) pusieron en peligro el futuro de la humanidad. Ellos han creado una plaga innecesaria e inquietante que me recuerda la plaga de langostas en el Éxodo. Curiosamente, la Biblia no identifica si la plaga de langostas, que presagió el juicio divino, en realidad fue una plaga de langostas o una plaga de langostas homosexuales.
Pero... ¿Qué pasa con animales heterosexuales? ¿Van al Cielo?
Sea el animal "gay" o no, la respuesta corta a esta pregunta es NO. Algunos pensadores cristianos han tratado de argumentar lo contrario, pero la Biblia es muy clara en que Dios creó a los animales a ser siervos de los seres humanos. Ellos están allí para llevar las cosas para nosotros y para ser cocinados como carne cuando tenemos hambre. Algunos animales violan estas reglas. Ellos no sirven a ningún propósito a la humanidad; más bien distraen y nos acosan. Las bestias deben servir a los seres humanos y no al revés.
Algunos animales logran confundir a sus amos y los convierten en esclavos indefensos, quedando ellos al mando de los alimentos frescos y el lugar central en el sofá. Como he expllicado antes, el gato es uno de los delincuentes más comunes contra los mandamientos de Dios y es realmente un pecado para un cristiano tener uno.
Tal vez usted piense qué es importante tener a sus gatos en el cielo al lado suyo. ¿Acaso crees que te aburrirás de Dios después de un tiempo? El cielo está destinado a ser donde nos sentamos a los pies de nuestro Señor y nos deleitamos con su luz y su gloria por toda la eternidad. Nosotros estamos allí para quedarnos quietos y apreciar a Dios. Preguntar si podemos traer una mascota es como preguntar si usted puede traer a su gato en un paseo en la montaña rusa, ya que podría sentirse cansado y solo. Es simplemente una necesidad absurda de los débiles de mente.
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