Hay una realidad que rompe los ojos mal que nos pese: cada vez más los niños quieren ser niñas. La pregunta que debemos hacernos es porque se da esta situación. Mi respuesta: porque en realidad lo son.
¿Sabe usted que le inyectan a su hijo cuando le aplican la famosa cepa WI-38?
Son células del tejido pulmonar de un feto femenino abortado que fue utilizado para cultivar el virus que es utilizado en vacunas.
Cuando inyectan el ADN de una mujer (que lleva dos cromosomas X) en un hombre (que ya tiene un cromosoma X y un cromosoma Y más débil), se genera una sobrecarga del cromosoma X. Esto parece evidente a todas luces.
¿La consecuencia? Ahora tenemos una avalancha de niños que piensan que deberían ser niñas.
El intrépido lector me preguntará: ¿Tenemos ADN masculino en las vacunas? ¡Claro que si!
El MRC-5 es el código dado a la cepa celular fetal que también se usa para cultivar componentes virales de la vacuna, y proviene de un feto abortado masculino.
¿Tenemos chicas pensando que son niños? ¡SI!
¿Es tan prominente como los niños que quieren ser niñas? NO
¿Por qué? Porque las niñas tienen dos cromosomas X dominantes. Cuando se les inyecta una vacuna que contiene MRC-5, no solo obtienen un cromosoma Y, sino otro cromosoma X dominante, además de los dos que ya tienen.
Las vacunas son mucho más malvadas de lo que usted piensa.
Comentarios