Prov 13:24: “El que evita la vara odia a su hijo, Pero el que lo ama lo disciplina con diligencia.”
Vivimos tiempos complejos. La tecnología, los medios de comunicación y el entretenimiento están cambiando drásticamente el tejido moral de nuestro país. ¿Cómo podemos, como padres, caminar por estas aguas tan turbias? ¿Cómo criar nuestros hijos para que crezcan como cristianos fuertes que sirvan a Dios y a el país? Todo se inicia con los padres.
Los padres tienen el papel más importante en la enseñanza de sus hijos ayudándolos a crecer y a convertirse en individuos adultos sanos. Esto comienza, enseñándoles lo que es correcto y lo que es incorrecto, proporcionándoles un faro en las aguas turbulentas de la vida moderna.
Si nuestros hijos van a crecer y convertirse en cristianos, depende de nosotros. ¿Y dónde, nosotros como adultos podemos encontrar orientación? En el buen libro. Por ejemplo:
Prov 19:18: “ Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se excite tu alma para destruirlo..”
Los medios de comunicación liberales de hoy rechazan el castigo corporal en las escuelas, pero aún aquellos de nosotros que hacemos la voluntad de Dios podemos emplearlo en nuestros hogares para enseñar a nuestros hijos a crecer correctamente.
Tengo 2 hijos, uno de 14 y el otro 16. Ambos son, a su manera, alborotadores. Uno de ellos, Christian, que es el de 14 años tuvo la ocurrencia de colocar un poster de One Direction en la pared de su habitación y lo encontré cuando llegué a casa del trabajo. De inmediato, le coloqué sobre mi pierna, le bajé los pantalones y le di una palmada enérgica. Él derramó algunas lágrimas, pero después obedientemente arrancó el poster y se arrodilló conmigo y oramos por la salvación de su alma. Al día siguiente él estaba muy tranquilo y contemplativo en el desayuno, el castigo del Señor fue efectivo.
Y de nuevo, he leído los poderosos proverbios: Prov. 23:14: " No rehuses la corrección del muchacho: Porque si lo hirieres con vara, no morirá. Tú lo herirás con vara, Y librarás su alma del infierno."
En verdad, hay que usar la vara, que en nuestros tiempos es la mano, para enseñar a los niños acerca de la moralidad. Mi otro hijo de 16 años, Santiago, lo encontré con sus amigos mirando la serie Glee, le ordene que apagara el televisor y saliera de la habitación. Baje sus pantalones y lo discipline en el mesa de la cocina. Esto no sólo sirvió como una lección para él, sino también para sus amigos, que ya no ven este espectáculo en mi casa y seguramente aprendieron una lección sobre la voluntad de Dios. Santiago se dirigió inmediatamente a su habitación, y le prohibí a mi esposa ir a consolarlo. ¡Le estoy enseñando a ser un hombre!
¿Cuál es la mejor manera de disciplinar a su hijo? El siguiente es un modelo que he encontrado que funciona:
1.- Haga que el niño se apoye sobre su pierna, o una mesa o una silla
2.- Bájele sus pantalones
3.- Utilice toda la mano para golpear enérgicamente desde abajo en las nalgas, con toda la mano golpeando la superficie de la piel
4.- Cada vez que golpee grite fuertemente “¡es la voluntad de Cristo!”
En verdad, esta es la única forma en que podemos ayudar a nuestros niños a aprender sobre moral.
Mis hijos no caerán en la trampa de ver programas de televisión sucios, mujeres tentadoras, ni comeran alimentos de los países comunistas de Asia. Y a través de todo esto, ellos aprenderán a ser hombres! Alabado sea Dios! los dejo con estas palabras:
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Efesios 6:4
Comentarios
desde ya muchas gracias =)
Este lavado de cerebro, que es una epidemia hoy en día, alcanzó y transformó de tal manera la mentalidad de muchos cristianos nominales, quienes defienden con la mayor naturalidad, ideas que son básicamente izquierdistas. Ellos no se avergüenzan de defender al Estado en lugar de Dios, aunque con diferentes palabras.
Yo amo a Jesus y escucho su voz. Jesús es suficiente para mí. Jesús y su sistema de gobierno — el Reino de Dios — son suficientes para mí.
Sé de buena mano a muchos anarquistas que son cristianos practicantes. ¿Debo temer por sus almas por dichas ideas?