Es con gran dolor que analizamos la situación del mundo en este nuevo milenio. A pesar de nuestra abundancia sin precedentes, todavía tenemos millones de personas que sufren innecesariamente en su vida. Las enfermedades y la violencia política se han convertido en temas centrales en los pasillos de nuestras grandes organizaciones gubernamentales, pero el hambre sigue siendo uno de los retos más duros que tiene el progreso de la civilización humana.
Según las últimas estadísticas, la desnutrición afecta a 925 millones de personas en todo el mundo. Además, el 32,5 por ciento de los niños de los países en desarrollo están desnutridos, esto es uno de cada tres.
Geográficamente, más del 70 por ciento de los niños desnutridos viven en Asia, el 26 por ciento en África y el 4 por ciento en América Latina y el Caribe. En muchos casos, su situación comenzó incluso antes de nacer con una madre desnutrida. La desnutrición entre las mujeres embarazadas de los países en desarrollo lleva a que 1 de cada 6 niños nazca con bajo peso.
Esto no sólo es un factor de riesgo para la mortalidad neonatal, sino que también provoca problemas de aprendizaje, retraso mental, mala salud, ceguera y en algunos casos la muerte prematura.
Aunque este problema es particularmente agudo en otros países, también es una gran vergüenza aquí en casa. Nuestro pobre rural compite cabeza a cabeza con los niños de la periferia por el título ignominioso de los más desfavorecidos. Con toda la tecnología y el ingenio a nuestra disposición, hemos fracasado por completo para llegar a una respuesta a este increíble dilema.
Muchos culpan a la superpoblación de esta crisis, pero debemos reconocer que la corrupción a causa de las dictaduras en lugares como África son otro factor que contribuye en gran medida.
Organizaciones benéficas de ayuda cristiana han trabajado sin descanso para alimentar a los necesitados, pero son simplemente superadas por la situación. En otros casos, los sistemas de distribución han fracasado. Esto es debido a los gastos de transporte, los requisitos mecánicos de refrigeración, las limitaciones estacionales de crecimiento de los cultivos y así sucesivamente.
En la época colonial, la langosta era considerada un alimento desagradable. Sólo los esclavos disfrutaron de este crustáceo. Ahora es uno de los artículos más caros en cualquier menú. Las ardillas y los tatú mulitas son ingredientes populares de la cocina del norte de nuestro país, mientras que en las ciudades del sur se consideran abominables.
En muchos períodos de la historia, los seres humanos han comido animales e insectos que la mayoría nunca imaginaría que pueden servir de alimento. Murciélagos, camellos, cobayas, osos, ballenas, langostas, saltamontes e incluso caballos son manjares para innumerables pueblos.
Hoy en día, hay otro tabú que debe ser abordado. La carne de gato se ha consumido en todos los continentes habitados en este planeta. Los suecos suelen disfrutar de ella en un guiso, al igual que los pueblos indígenas de Australia. En Perú, hacen tamales mientras que en China y Corea se convierte en albóndigas y sopa.
Espiritualmente, la Biblia no emite ninguna condenación específica por el consumo de carne de felino. Génesis 9: 3 nos dice del mandamiento de Dios: "Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde.".
Pero, ¿la carne de gato será la respuesta para terminar con la desnutrición en el mundo?
Hay muchos argumentos fuertes a su favor. Estos animales prosperan en cualquier ambiente en todos los continentes, sin importar qué tan caliente o frío sea o que tan seco o húmedo. Se reproducen rápidamente y fácilmente. Hay una sobre población de estas criaturas y los científicos veterinarios han tropezado lamentablemente en sus esfuerzos por mantener los números bajo control. Son fácilmente domesticables y dóciles. Uno necesita poco espacio para mantener una manada de gatos.
Los gatos tienen lo que se llama un ciclo de reproducción estral, lo que significa que pueden producir varias camadas a lo largo de la temporada de reproducción de 6 meses. Todo un ciclo estral o "alzamiento" dura aproximadamente de 18 a 24 días. El embarazo dura normalmente 66 días y produce entre 3 y 10 crías.
Estos gatitos alcanzan la madurez sexual en un año. Los gatos crecen hasta pesar entre 2 y 5 kilos en su edad adulta. Tienen una tasa de hueso de 10% en proporción a la carne. Descontando el medio kilo de la cabeza y la cola, tienen un promedio de entre 1,5 y 4,5 kilos de carne consumible por animal. En esencia, un solo gato puede producir alrededor de 58 kilos de carne consumible por año.
La carne de gato es magra y su sabor es similar a la del conejo.
De hecho, la carne de gato sustituyó muchas veces la del conejo en la Europa medieval. Otros lo comparan con el cordero por su sabor sutil. Tiene una textura fina y alta digestibilidad. La firmeza de la carne hace que sea especialmente adaptable a todos los tipos de cocinas étnicas.
Se puede utilizar en guisos y sopas o simplemente comer la carne asada. En cuanto a sus propiedades dietéticas, este alimento es rico en proteínas, pero bajo en calorías, colesterol y grasas saturadas. A nivel de salud, es bueno para los pacientes con enfermedades del corazón, los recién nacidos y los ancianos.
A nivel legislativo, el consumo de carne de gato no es ilegal aunque esto puede variar dependiendo del país. Algunos cortes populares incluyen los muslos, las costillas y las salchichas (estas últimas requieren de cierta elaboración). Un proveedor ofrece especialidades tales como gatos alimentados exclusivamente de peces, carne y pollo. También es muy popular el gato alimentado de gato. Es evidente que hay un interés en este producto alimenticio y sus beneficios para la salud son aceptados por los nutricionistas acreditados.
La ventaja obvia de la carne felina es que puede ser criada en cualquier entorno cerca de quienes lo consumen. Uno no necesita tener que transportar el producto a través de largas distancias. De este modo se evitan las prácticas corruptas de empresas y gobiernos. Como se mencionó anteriormente, es barato, incluso para aquellos en situación de pobreza extrema. Además los gatos pueden alimentarse con lo que los humanos no lo hacen, por ejemplo pequeñas aves, serpientes, ratones e insectos. También crecen bien en la basura, comiendo huesos de pescado y similares. Esto contribuye al reciclaje de lo que de otro modo sería visto como residuos. Desde las regiones montañosas a las áridas llanuras, desde las sociedades tradicionales a las ciudades del interior la carne de gato es una fuente de alimento abundante que cruza todas las fronteras.
Soy consciente de esta propuesta puede parecer a algunos extraña y estoy abierto a cualquier alternativa seria que otros puedan sugerir para palear el hambre en el mundo. Innumerables teóricos han escrito hasta el cansacio sobre la desnutrición humana desde hace años, ¿pero que en realidad han tenido una solución constructiva?
El estigma del consumo de carne de gato es algo que el mundo simplemente necesita superar para eliminar la escasez de alimentos. En muchos sentidos, esta es también una solución humanitaria para los propios felinos, ya que son considerados como alimañas por muchos de nosotros y tratados como tales.
Comentarios
Al parecer usted no es una verdadera hija de dios ¿que no ha leido la biblia?
Dios no es vegetariano, es un carnicero pues el olor a carne quemada es muy grato para el.
Una prueba mas e irrefutable para demostrarle que con el vegetarianismo no nos acercamos a dios es:
Cain le dio vegetales y abel carne, ahora contestesteme:
¿a quien mando al carajo dios?
AHH CAIN!
dios prefierio la carne que los vegetales, asi que como vera dios es carnivoro y ama la carne, pues la santisisisima biblia lo da ha entender muy claramente.
LOS ANIMALES DIOS LOS HIZO PARA EL HOMBRE
Me despido esperando que mi comentario le sirva para refexionar y dejar esa vida vegetariana que desagrada tanto al señor.
att
pastor viejo sata