La masturbación es, sin dudas, uno de los temas más embarazosos de conversación en la familia cristiana de hoy. Es una experiencia caótica y confusa para los jóvenes, que les hace participar en un ciclo de auto-destrucción con consecuencias que pueden llegar hasta la edad adulta. La mayoría de los análisis contemporáneos de este fenómeno adictivo se centran en los hombres jóvenes, que están abusando de sí mismos cada vez más. Esto no puede sorprender a nadie ya que la enseñanza biblica ha sido sustituída por por ideologías liberales radicales y por la homosexualidad. Sin embargo se deja abierta una pregunta importante: ¿Qué pasa con las mujeres?
La autogratificación femenina es un tema tan desagradable y poco sincero que sigue siendo tabú para la discusión espiritual. Sin embargo, para cualquier estándar medible, es una crisis de grandes proporciones en nuestra cultura. Afecta a la capacidad de una chica a madurar más allá de la egocéntrica etapa adolescente, que imprudentemente la familiariza con la promiscuidad desenfrenada y que puede minar su voluntad de encontrar la estabilidad en un amoroso y procreador matrimonio.
En el plano académico muchos profesionales odian admitir el simple hecho de que no saben casi nada sobre los mecanismos de estimulación privada femenina. De hecho, el verdadero alcance de la autosatisfaccion corporal barata de las mujeres no ha sido registrado en ningún estudio respetable, pero la evidencia anecdótica sugiere que cada vez más en nuestra sociedad las mujeres se están masturbando y lo están haciendo con el orgullo de una hedonista glotona.
Antes de continuar, debemos detenernos un momento en la premisa de este artículo. Las mujeres de verdad son valientes y vivaces. Son modelos de rol y educadoras. Son hermosas y justas. Es doloroso para nosotros considerar que alguna de ellas puese ser una masturbadora en secreto. ¿Nuestras madres y abuelas? ¿Nuestras hermanas e hijas? ¿Las mujeres en el trabajo o nuestras amigas en Facebook?
Esta plaga de la manipulación grosera de los genitales es desastrosa para nuestro noble ideal de familia. Se destruye la delicada imagen que tenemos de todas las mujeres y va en contra de todo lo que Jesucristo enseñó acerca de la santidad de la vida humana. La masturbación reduce a las mujeres a simples adictas a la búsqueda de placer y cretinas sólo un poco mejor que los sodomitas más perversos que están al acecho en esta tierra.
Queridas amigas, es nuestra sincera esperanza que hoy, juntos, podamos salvar un poco de ustedes mismas.
El concepto de la masturbación femenina es, naturalmente, muy extraño para cualquier persona sana. Para los hombres, el falo se excita frotando ligeramente el eje con gran rapidez. A menudo, se utilizan aceites y cremas para lubricar la acción y dar una mayor viscosidad. A medida que la erección masculina crece dura y larga, los testículos se tensan preparandose para la liberación de los espermatozoides a travéz de la parte superior del pene.
Sin embargo, este no es el caso de la mujer. En lugar de acariciar externamente, ella debe invadir el orificio vaginal con un objeto extraño. En el interior del abismo reproductivo, hay una zona erógena especial que debe ser masajeada con delicada precisión. Una masturbación femenina amateur puede provocar sequedad, rozaduras e incluso hemorroides e infecciones del tracto urinario. Dentro de las vías uterinas existen muchas curvas ciegas y callejones sin salida, y para lograr la autogratificación la mujer necesita dominar este laberinto con la agilidad de una rata que busca su queso.
Cabe señalar aquí que la vagina de la mujer contiene varios pliegues de piel en la abertura que son altamente sensibles. Éstos se llaman labios y se pueden masajear logrando una sensación similar a la de la relación sexual, pero sólo con una inserción profunda darán lugar a la explosión de emoción histriónica que la mujer busca tan desesperadamente. Por esta razón, muchos hombre casados encuentran que exitar a su esposa usando la lengua para dicha faena es excesivamente complicado y frustrante. Por el contrario, es demasiado fácil para una mujer despertar el órgano genital de su marido con la boca, y esto a menudo resulta, por involuntario error, en una garganta llena de cálido esperma, una experiencia realmente desagradable para todos los involucrados.
A veces, un orgasmo femenino se puede lograr durante la estimulación vaginal. Esto se hace a través del coito o la masturbación prolongada. Sin embargo, el orgasmo femenino es un incidente totalmente impredecible. En estos casos, la mujer va a gemir en voz alta y raspar sus uñas sobre cualquier superficie cercana, la podrá ver lagrimear e incluso llegan a destrozar las almohadas de terciopelo.
Ella girará la cabeza de lado a lado y revelará profundos y oscuros secretos de su pasado. Incluso puede expulsar un chorro de fluidos vaginales el que se eleva en el aire como una fuente decorativa de jardín. Quedará luego unos segundos tensa para luego desplomarse. La mayoría de las mujeres se averguenzan mucho luego de haber dado este espectáculo ridículo.
En tiempos pasados, las mujeres solian romper los falos de las estatuas griegas homoeróticas para usar como consoladores. Un consolador es una representación de inspiración creativa del pene masculino elaborada con piedra, madera, caucho, plástico o metal. En los últimos años, la construcción de consoladores tecnológicamente avanzados se ha convertido en un arte para las empresas en lugares como Dinamarca, donde la sexualidad de estilo europeo se basa en negar cualquier discurso sobre las prioridades morales. Los europeos son especialistas en sodomizar sus cuerpos con aparatos y fluidos espesos en la búsqueda permanente de nuevos extremos de dolor.
El consolador estándar tiene entre cinco y siete centímetros de largo, aunque algunos se modelan en base a penes de hombres negros, y pueden alcanzar los 16 centímetros (hay que señalar que el uso prolongado de tan enorme artilugio puede dañar a la mujer y hacerla apta solo para el coito heterosexual normal con nadie más que con un negro ). El consolador puede tener rayas (llamados "costillas" o "venas") o bultos que se asemejan a verrugas genitales. Ellos pueden ser curvos para reflejar el arco de un pene italiano o español, en otros casos puede ser estrecho y puntiagudo para reflejar uno asiático. Muchos son eléctricos y programables para simular la penetración de cualquier minoría étnica, como los mexicanos, brasileños y mulatos. Algunos son bastante esponjosos y se volverá húmedo y maloliente después del uso repetido. Deben ser limpiados concienzudamente, pero nunca en el lavavajillas ya que es probable que el mal gusto ácido del lubricante se impregne en los platos y vasos. Los homosexuales utilizan estas herramientas para agredir sus anos, metiendo estas herramientas sin piedad en sus agujeros sin considerar la agonía y el excremento.
La mayoría de las mujeres comienzan a experimentar con la masturbación con más de veinte años y esto ocurre con gran frecuencia en la escena de la universidad de artes liberales (Teatro, Bellas Artes, etc). Una niña a esa edad le presentará al resto de sus compañeras su consolador favorito y el grupo se turnará para golpear sus húmedos y sedosos pasillos en una carrera para ver quién puede descubrir primero su "punto g". Algunos afirman que se trata de una salida para el estrés de los estudios académicos. Desafortunadamente, tal intromisión genital femenina dura puede ser ruidosa y profana. Interrumpe los patrones normales de sueño y hace que una mujer sea mucho más propensa a ser promiscua.
Las jóvenes que se masturban recurren al sexo real una vez que la emoción del plástico ya no rinde resultado. Un macho cabrio del colegio puede ser un reemplazo aceptable, aunque algo mas sudoroso y mal oliente (recordemos que los adolescentes son amigos de la ducha). La estudiante también anhela profundamente la vellosidad de un hombre y se imagina que él será un buen oyente.
Las parejas de jóvenes en edad liceal tendrán relaciones sexuales en las duchas compartidas, en los asientos traseros de los coches e incluso en fiestas privadas donde sus amigos liberales se reúnen para mirar y masturbarse. Esto se llama ser una "zorra" o "ligera". Lamentablemente, hay una enorme cantidad de videos en Internet que documentan este tipo de incidentes y muchos hombres jóvenes pagan para suscribirse a estos servicios de intercambio de videos haciendo aún peor la situación.
Si esta hembra adicta a la masturbación decide zambullirse en el matrimonio, todos sus rituales de auto-gratificación deben cesar. Por una vida familiar sana, el marido debe ser el único pene que ella conozca. La masturbación femenina es una negación del amor compartido tan necesario entre los cónyuges. Es una manera de reclamar parte de la cama o incluso el cuarto de baño como un espacio bloqueado "dama" privado. Niega a el hombre justamente acceder al cuerpo de su esposa. Es un acto escandaloso de traición sexual y a menudo indica problemas mentales graves por parte de la mujer.
Como sociedad, debemos exigir que las mujeres miren hacia adentro y se enfrentan a su extraña afición por la masturbación. ¿Qué tipo de modelos a seguir son estas libertinas para sus amigos y familiares? ¿Cómo una madre le explicaría a su hijo que es adicta a la masturbación? ¿Qué pasa si una hija curiosa descubre el consolador negro verrugoso de 18 pulgadas en el cajón de la mesa de noche de la Madre? Es una gran lástima, realmente vale la pena el riesgo por unos momentos de húmeda auto violación? ¿Es ese misterioso abismo oscuro de la feminidad es realmente un lugar apropiado para estar al acecho de emociones baratas y grotescas aventuras étnicas? ¿Por qué iba a elegir alguien degradarse de un modo tan profundo, profano y público? Como seres humanos civilizados tenemos la responsabilidad de mostrar coraje y fe. Como cristianos nuestras mujeres deben ser mejores que esto. No, las mujeres de verdad con toda seguridad no se masturban.
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Comentarios
Tuve que releer a Boecio y rezar largo rato para voler a encontrar la paz tras semejante aberración visual.
Saludos
Evidentemente el autor de este artículo tiene el mismo conocimiento de la anatomía femenina que tiene de física nuclear.
Pero si lo dices en serio te invito a que reflexiones un poco lo que escribiste. En la parte donde dices
" porque sentí que podía estar pecando cuando la boté a patadas de la casa..,para entender que es lo que Dios hubiera querido y lo que Jesús hubiese hecho". Sobre esto, recuerdas lo que jesus hizo con Maria Magdalena?. Otra cosa que me llamo la atención es la ultima parte dónde dices que hay que amar al prójimo menos a los homosexuales, a los "negros" y a todos los que mencionas. Quiero que me digas en que parte de la biblia menciona que no hay que amar o no se puede amar a esas personas. Al final todos ellos tambien son el "prójimo"